Dicen que reconocer errores es de sabios, y es que Bertarelli, en un conocido periódico local, ha reconocido su parte de culpa, de que estemos en una America's Cup descafeinada.
Y es que el espectáculo va a ser de abrigo, pero de abrigo por el frío que vamos a pasar en alta mar. A más de 20 millas del puerto con las manos heladas y el cuerpo para un baño caliente.
Esta 33rd America's Cup tiene diferentes dificultades, el mapa financiero mundial pinta mal, a eso no se le escapa a nadie, y con las dificultades en la financiación de patrocinadores ha supuesto un desembolso importantísimo.
Eso unido a que va a ser una de las copas américa más cortas, con menos merchandising vendido y con unas regatas entre semana.
Todo pinta a que en esta edición van a "palmar" muchos Euros, Dólares o la moneda en la que se quiera medir el agujero. Los procedimientos judiciales, son costosísimos, los cambios de sedes, los multicascos.
Ahora toca hacer cuentas y las cuentas no salen ni de broma, por que se mire por donde se mire no hay posibilidades de hacer una cuenta de explotación positiva, a pesar de los beneficios fiscales, las subvenciones, no cubren las elevadas nóminas de los marineros más afamados del mundo.
Bertarelli, ahora hace cuentas y no salen, más que muchos marineros hace falta un buen financiero que haga una buena política de recortes, para hacer que la 34 americas cup, sea más importante y llevadera económicamente.
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